Memorial de las Víctimas de la Violencia en México y Estela de la Paz
Durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador del miércoles 10 de marzo de 2021, el corresponsal de un medio digital sugirió un “planteamiento” que había recibido en su programa: “convertir la Estela de Luz, ese monumento a la corrupción que no sirve para nada […] en un memorial para todas las víctimas […]”. El presidente respondió que su administración debía “analizarlo”. “Tengo entendido que en Chapultepec […] se puso también un memorial con ese propósito. Lo de la Estela de Luz, aunque es un monumento […] a lo superfluo, no se puede destruir, no sería eso adecuado […]. Que quede ahí nada más como constancia de una obra innecesaria y costosa […]. Hay que ver lo que ya existe, porque se hizo un memorial para desaparecidos en el gobierno anterior”, agregó.
La respuesta muestra una vez más el desconocimiento del presidente respecto a las demandas que las familias de las víctimas de la guerra han planteado en la última década. Desde que comenzamos a visibilizar las historias, las soledades y los dolores causados por la violencia criminal y política de la “guerra” contra el crimen organizado, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad ha señalado la importancia de la memoria para detener la crisis que el país enfrentaba y sigue enfrentando. En congruencia con los principios éticos que hemos defendido durante 10 años, en las columnas del Palacio de Gobierno de Morelos colocamos placas con los nombres de Juan Francisco Sicilia Ortega, Jaime Gabriel Alejos Cadena, Julio César Romero Jaimes, Luis Antonio Romero Jaimes, Jesús Chávez Vázquez, Álvaro Jaimes Aguilar y María del Socorro Estrada Hernández. Además, en la Caravana del Consuelo de 2011 realizamos una acción similar para honrar la memoria de Marisela Escobedo en Chihuahua. Recientemente, además, colocamos una placa dedicada a nuestro compañero Samir Flores, asesinado en Morelos por defender la vida y el territorio.
Como parte de esta lucha por la memoria, desde 2012 enfocamos nuestros esfuerzos en resignificar la Estela de Luz ubicada en Ciudad de México. Ahí, colocamos una placa en memoria de Nepomuceno Moreno, quien fue asesinado por buscar a su hijo Jorge Mario. Después, colocamos decenas de placas más para contar las historias de cientos de víctimas cuyos casos siguen, hasta hoy, hundidos en el abandono de las autoridades. Así, en 2013 exigimos al gobierno de Enrique Peña Nieto que la Estela de Luz fuera declarada Memorial de las Víctimas de la Violencia en México y Estela de la Paz. Por supuesto, la administración priísta prefirió desechar nuestra demanda y, en un gesto de simpatía con la política militarista de Felipe Calderón, únicamente se erigió un monumento en Campo Marte —que, después, el Comité 68 resignificó para las víctimas de la violencia del Estado.
La memoria es un acto colectivo de resistencia frente a las narrativas impuestas por los poderes políticos y criminales. Por eso hemos planteado una y otra vez esta exigencia ética de recuperar el pasado para comprender los riesgos del presente. Durante años hemos realizado acciones para resignificar la Estela de Luz como un sitio de memoria en el que se recuerden y analicen los crímenes perpetrados por la complicidad del Estado con las bandas delincuenciales; un lugar en el que la dignidad de las víctimas sea reconocida como una, entre muchas otras, medida de reparación y reconciliación.
Ante el ignominioso y efímero muro con el que se amuralló Palacio Nacional antes de las marchas feministas del 8 de marzo, miles de mujeres resignificaron, en un gesto de profunda dignidad, la afrenta presidencial al convertir las vallas en un memorial para las víctimas de la violencia feminicida. Esas piezas metálicas diseñadas para resguardar a la élite política pertenecen ahora a las miles de mujeres cuyos nombres están ahí escritos. Por tanto, deben colocarse inmediatamente en un sitio público accesible a cualquier persona.
En ese contexto, retomamos hoy las demandas que hicimos en su momento a Enrique Peña. Solicitamos al gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador resignificar cuanto antes la Estela de Luz como Memorial de las Víctimas de la Violencia en México y Estela de la Paz. Como jefe del poder Ejecutivo, usted tiene una deuda con la paz y la justicia; éste es un paso para saldarla.
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad